En el ultimo medio siglo, el mundo se ha vuelto loco y parece no haber vualta de regreso de esta cultura de muerte y destrucción, de egoismo, materialismo y desolación.
La vida humana y la dignidad de la persona humana han sido degradadas a nada mas importante que una pantalla de televisión o una casa nueva o un auto nuevo. La lista de indicadores puede continuar por un tiempo muy largo, pero los síntomas están describiendo lo que en esencia es sino un solo problema; los humanos han renunciado a Dios, han pedido su fe, y han optado por no ser humanos mas. Creyendo ser dioses se han vuelto infrahumanos.
Por supuesto que esto no es nada nuevo en la historia como hemos visto tiranos, uno mas déspota que el siguiente, mas sangriento y brutal. Quizás lo que es diferente en nuestro tiempo, como otras diferencias de un tiempo en la historia a otro, es que el desarrollo de las comunicaciones y de las armas de destrucción masiva han hecho de nuestro mundo, por lo menos en apariencia, controlable y el remedio a tal enfermedad ha sido localizado en un invención llamada colectivismo. Sociedades manejadas por elites los que consideran a cada uno menos a ellos mismos, desmerecedores del don de pensar.
Nuestros políticos han sido comprados a esa idea y los medios están completamente abocados a imponerla, así sea que el ser veraz esté de por medio.
El tiempo ha llegado de reclamar la gloria de Cristo, la verdad y amor de Su palabra para la vida eterna. Mientras debemos rezar por el fin a esta cultura de muerte y desolación; debemos tomar parte activa en persuadir a nuestros líderes de que hay pasos muy específicos para restaurar la sanidad para nuestro mundo.
Debemos de regresar a amarnos los unos a los otros, a nuestro prójimo, no tratando de cubrir miseria con dinero sino realmente y con honestidad extendiendo una mano de amistad y amor a los mas cercanos primero, expandiendo la espiral hacia el resto de la humanidad. El acto de amar debe de estar soportado por la verdad, entendiendo que la verdad es una y absoluta y de tal manera, el único posible entendimiento pacifico, es el de permitir que la verdad fluya libremente y sin obstáculos vestidos como correctamente política.
La crisis que infecta la humanidad es falta de fe, porque en nuestro entusiasmo por libertad, olvidamos que libertad es un don de Dios y no algo inventado por una sociedad en evolución.
Pese a que el miedo es una reacción perfectamente natural a cualquier amenaza; nuestra condición humana, diferente al resto de la creación; nos provee con lo necesario para sobreponernos al miedo y ser racionales para confrontar el miedo. Es importante sin embargo, el ver mas allá y reparar en que solo nuestra fe en Dios puede protegernos de lo que nuestro pensamiento racional no puede. Porque nuestra racionalidad puede insinuarnos la existencia de lo que no es posiblemente racional y aceptarlo como ciencia cuando solo es información fraudulenta. Porque las fuerzas interesadas en imponernos a cultura de la muerte son las mismas que tratan de persuadirnos de que estamos solos, y por supuesto nos piden que aceptemos el miedo a ellos pero no a Dios.
Temor de Dios es un don del Espíritu Santo el cual nos da la habilidad de amar a Dios respetándolo y adorándolo de tal manera de no dejarnos caer en las tentaciones de los sentidos. Simplemente, el mal está interesado en mantenernos en miedo, arrinconados y sin salida, y así nos mantiene entretenidos, perdidos en placeres y egoísmo.
Con falta de fe, falta la esperanza y desesperación es otra condición en la cual se encuentran interesadas estas fuerzas en que invadan nuestros sentidos. Con la desesperación viene el perseguir la auto destrucción y así, no encontrando ninguna esperanza en la vida, el mal persuade a madres potenciales a matar a sus retoños porque realmente no hay esperanza, además de la perdida que ellas perciben como de su libertad, si eligieran el seguir su condición natural de ser madres. No encontrar esperanza, persuade a los pecadores a ignorar el pecado sin encontrar redención de sus terribles actos, pensamientos u omisiones. La vida se convierte en un producto solo precioso al uno mismo, por tanto venerando egos y el egocentrismo viene ‘natural’ ante tanta negación.
Mas importante aun, sin fe, el amor deja de serlo, porque de virtud que se identifica como el acto de dar, se convierte en un sube y baja de auto compensación, donde el estar en relaciones sexuales so persigue el placer sexual, desestimando el amor que se puede dar a la contraparte. Puede ser aun peor ya que desestimando el amor, hace de la relación una relación entre quien sea y lo que sea y como sea de tal manera que familia y matrimonio se tornan irrelevantes porque ellos son el fundamento del amor en la sociedad y el mal necesita controlar a la sociedad deshumanizando a la persona al nivel de confundirla con muchas otras especies, por lo que el mal nos persuade a creer que los animales y las plantas son tan valiosos como los seres humanos contra ser criaturas de Dios bajo nuestra supervisión y uso para nuestras necesidades.
Debemos de empezar tan pronto como sea posible a hacernos cargo y ponernos en contacto con nuestros políticos a todos los niveles de gobierno así como con los medios, y ponerles en claro de que tenemos fe y de que estamos listos a hacer todo lo que sea necesario, a sacrificar todo para ganar nuestras almas, detener la matanza de bebes y prevenir potencialmente la matanza de ancianos e inválidos o incapacitados y de que amor es dar y sexualidad no lo es y no puede ser ‘resuelta’ por condones o contraconceptivos sino racionalmente con amor en la forma que hemos sido creados que es dando sin esperar retribución, con sexo como el principio de la vida y no su fin.
Un buen comienzo puede ser la ‘marcha por la vida’, pero se requiere de mucha mas participación mientras que reconocemos al enemigo como lo que es; el diablo mismo, tomando tantas almas en confusión, miedo y desesperación, perdidas en su egoísmo, instigadas por la misma maldad; a preservar propiedad y ganancia material y placeres y tanta injusticia, por simplemente seguir lo que demandan los políticos sin dios de muerte y desolación.
Debemos combatir con amor, pero con el claro objetivo de desmantelar el sistema que ignora el clamor de tantos bebes persistente y sistemáticamente asesinados in el nombre de preservar estilos de vida disfrazados de libertad de elegir.
Es tiempo de terminar este momento en la historia y de proveer una vez luz al final del túnel con fe, esperanza y amor… el verdadero amor.
Acompáñame en este menester.
Plegaria por Canadá
O Bendita Virgen Maria, Madre de Misericordia, en este momento tan critico, confiamos a tu amoroso cuidado, nuestro país.
Santísima Madre, te rogamos reclamar esta tierra por la gloria de tu Hijo. Abrumado con la carga de los pecados de nuestra nación, te lloramos desde las profundidades de nuestros corazones y buscamos refugio en tu protección maternal.
Míranos con misericordia y toca el corazón de nuestra gente. Abre nuestras mentes al gran valor de la vida humana y a las responsabilidades que acompañan a la libertad humana.
Libéranos de las falsedades que conducen a la maldad del aborto y al rompimiento de la vida familiar. Concedemos la sabiduría de saber y proclamar que esta nación fue fundada en la ley de Dios y que solo Él es la verdadera Fuente de nuestros queridos derechos y libertades.
Guía y protege esta tierra de todo mal y de los ataques de los poderes de las tinieblas.
O Misericordiosa Madre, danos el coraje de rechazar la cultura de la muerte y la fortaleza de construir una nueva cultura de vida. Te lo pedimos a través de Cristo Nuestro Señor. Amen
(Bishop Roman Damyak, D.D. Titular Bishop of Nyssa – Dec 12, 2004)
