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Wednesday, June 16, 2010

Burkas el problema

Francia, Suiza, Quebec, España, y algunos otros lugares, están aparentemente despertando a la realidad y están optando por recobrar su soberanía imponiendo leyes mediante las cuales queda prohibido el cubrirse en público con burkas, por lo menos.
El Ministro de Justicia español se muestra 'preocupado' por la dignidad humana... para justificar sus leyes. ¿Denotará esto un cambio de dirección hacia todo el resto de la humanidad? Las victimas del aborto, lo denigrante de la sodomía, etc. Después de todo, lo que el señor ministro implica es la libertad de la mujer de gobernar su propia imagen.

Nadie tiene la obligación de ser identificado, hasta cuando necesita ser identificado. ¿Cuando es que un ciudadano necesita ser identificado? Pues cuando la seguridad y la paz se vean comprometidas.
Quizá el ministro acepte la realidad de que los países no pueden abstenerse a la verdad religiosa y su identidad a través de ella tal como sus raíces, lo que el gobierno liderado por el señor Rodríguez Zapatero, no llegan a entender o apreciar, o ambos, ya que es uno de los mas fervientes luchadores por el abandono de la cristiandad de las raíces europeas.
Si España deja de ser Católica, entonces… ¿Qué?
Existe indudablemente una separación, planteada por Jesús cuando fuese tentado por los fariseos, entre credo y política, entre fe y estado; pero esta ‘separación’ no implica dos mundos ausentes el uno al otro, sino un mundo, supeditado a la verdad de Dios. La naturaleza de Dios se impone sobre la naturaleza del mundo.
Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios… y ¿Qué es del César? Y ¿Qué es de Dios?
¿Se puede o debe evitar al mundo solo siguiendo a Dios? ¿Se puede seguir al César ignorando a Dios?
¿Por qué es que es posible el burka en unos lugares y no en otros? ¿No tendría, el señor ministro invadir la soberanía de otras tierras e imponer su ley que protege la dignidad de la mujer inhibiéndola de la obligación de usar el burka?
Pues quizá porque los lugares donde esto es aceptado, mantiene la infraestructura social y política que se lo permite, pero las cuales están apoyadas en la religión que ellos profesan. No es porque existe libertad religiosa sino más bien porque hay imposición religiosa.
Existe mucho más peligro por parte del ateismo estatal que de parte de cualquier otro costumbrismo o tradición religiosa. Pero tal como lo está descubriendo el señor ministro de justicia español, hay veces se necesita la identidad nacional y sus tradiciones para darle a la ley la fuerza de la verdad que esta requiere para legitimarse.
¿Se puede prohibir el burka por razones estrictamente políticas? Difícilmente, si se parte del hecho que el burka es una costumbre impuesta por una religión por lo que cual reacción a su uso, responderá siempre a una actitud contra la religión que la impone.
Bajo esta premisa no es pues tanto que existan realmente países desligados de sus raíces religiosas sino muy por el contrario, que se ven forzadas, tarde o temprano a recurrir a su tradición religiosa para mantener su soberanía y hasta su propia existencia.
La religión es entonces la raíz de la nación. Es cuando un país opta por imponer una sola religión, prohibiendo todas las demás, o cuando un país, permite el culto a una religión mientras se siga el culto a la religión impuesta por el estado en que la libertad religiosa se ve comprometida.
Los romanos no tenían inconveniente en que los cristianos siguieran el culto a Cristo, lo que ellos querían era que estos asimismo practicaran el culto a sus dioses paganos, en los cuales estaban soportadas sus leyes y tradiciones.
Los mártires cristianos resistieron a esa imposición y por tanto fueron masacrados y sacrificados a fieras y todo tipo de indignidades.
La identidad de un país, cualquier país, responde a una identidad religiosa, porque de otra manera, sus leyes se convierten en arbitrarias y antojadizas, producto de la condición anímica de los déspotas que necesariamente serán los que lo gobiernen.
La civilización occidental esta asentada en el cristianismo, porque es la religión que logró romper el estancamiento moral y la degradación adonde había descendido el imperio romano hacia su propia destrucción.
Caso curioso es el que se culpe al cristianismo de la caída y decadencia del imperio romano como si hubiese algo que añorar de su decadencia y amoralidad y, a su vez, se pretenda imponer un mundo sin cimentos religiosos, aun mas, específicamente, cristianos.
La libertad religiosa, o la libertad de culto, es un producto del cristianismo porque es Cristo quien nos enseña a amar a nuestro prójimo, tanto como a nosotros mismos, como el segundo mandamiento más importante. Esto no denota imposición alguna, sino una apertura de nuestros corazones hacia los gentiles, hacia todos, bajo el reino de la verdad como algo absoluto como ingrediente básico del ejercicio de la libertad.
Ciertamente esta idea de amar a Dios sobre todo y con toda intensidad y a nuestro prójimo como a nosotros mismos, generó celo y hasta confusión en ciertas culturas paganas y por tanto, mientras en algunos casos, desvirtuó la verdad del evangelio con fines de provecho propio, asimismo, genero corrientes negativas que tendieron a oscurecer la verdad de la palabra de Dios, atentando directamente contra la institución de la misma iglesia.
La verdad sin embargo permanece incólume y absoluta y el triunfo de la iglesia y por tanto de Cristo, está en el amor y el perdón, en la fe, esperanza y la caridad.
Mientras que unos lograron la penetración religiosa a través de terror y sangrientas invasiones, el cristianismo lo hizo en base a la misión de transmitir la palabra de Dios con amor y sacrificio, poniendo la otra mejilla, pero reaccionando frente a los excesos con decisión y altura.
El tratar de imponer la religión del estado como un nuevo soporte universal, es falaz por decirlo menos, pues remueve a Dios nuestro creador y padre omnipotente a favor de caer nuevamente en esa decadencia moral que causara la destrucción de un imperio tan poderoso como el imperio romano.